Un par de hermanos, originarios del Estado de México, se quitaron el apellido de su padre biológico porque los abandonó cuando eran niños.
La petición de los dos hermanos fue autorizada por una jueza familiar del Poder Judicial, luego de confirmar que el padre de estos jamás vio por su bienestar ni manutención.
Además, uno de los hermanos cambió su segundo nombre por ser el mismo que el de su progenitor.
El apellido eliminado será modificado por el de la pareja de su madre, quien se hizo cargo de ellos desde 1999.
La identidad de los hermanos fue resguardada, por lo que no se dieron a conocer sus nombres a los medios de comunicación.
La sentencia se apegó al derecho que una persona tiene para definir su personalidad y nombre con el que desea ser llamada, tomando en cuenta documentos como la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
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