Una joven de 23 años de edad, que presuntamente acudió a una “Fiesta COVID” la tarde del domingo pasado en el municipio de Tecamachalco, Puebla, fue supuestamente encontrada muerta en una alberca.
La Fiscalía del Estado de Puebla investiga la muerte de la joven, de nombre Sandra, quien era originaria del municipio de Quecholac, y acudió al salón Villa Jardín, donde se realizó la fiesta.
La convocatoria a la fiesta fue a través de redes sociales y se invitaba a los jóvenes con el objetivo de contagiarse comunitariamente de COVID-19 y obtener inmunidad contra la enfermedad, según los vecinos del lugar.
"La gente empezó a alcoholizarse y empezaron a llegar las personas (...) al poco rato se empezó a escuchar que una chica se estaba ahogando, la gente empezó a gritar (...) y pues más tarde nada más vimos cómo llegaban las autoridades”, narró una vecina.
El salón Villa Jardín operaba de manera irregular y constantemente se realizaban fiestas clandestinas, según las investigaciones.
"No tenemos ningún tipo de registro con ellos, no cuentan con ningún tipo de licencia de funcionamiento o cédula de empadronamiento, es un establecimiento que no se encuentra normado hasta la fecha, ha recibido las invitaciones para que pueda agregarse al padrón municipal, no ha habido respuesta favorable”, informó Miguel Ángel Rodríguez, director de Industria y Comercio de Tecamachalco.
El gobernador del Estado de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, señaló que no hay algún sustento real de que la fiesta en Tecamachalco tuviera la finalidad de que los asistentes se contagiaran de COVID.
Además, se investiga otra supuesta convocatoria prevista para el 30 de mayo, que habría sido pospuesta para el 30 de junio.
Las autoridades advirtieron que se fincarán responsabilidades a quienes realicen estas convocatorias de fiestas COVID, por incurrir en delitos contra la salud.
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