La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) busca blindar su información confidencial ante posibles hackeos, por lo que pretende adquirir un servicio de ciberseguridad para resguardar los datos sensibles de la dependencia y sus representaciones en el extranjero.
Por ello, la cancillería planteó cinco puntos para blindar su información:
El primero, se trata de que la empresa contratada implemente un "gobierno de seguridad de la información", el cual consiste en catalogar qué activos son de seguridad nacional y desarrollar un análisis de riesgos para los programas, servicios e infraestructura que se encuentren expuestos a internet.
También deberá proporcionar un servicio integral de ciberseguridad, un monitoreo externo de información, alertamiento ante riesgos y la concientización en seguridad de la información.
Entre lo objetivos específicos también se encuentra el desarrollar, integrar y operar procesos de seguridad para preservar la confidencialidad de información de la cancillería; dar atención y respuesta a incidentes de seguridad; así como prevenir, detectar y remediar vulnerabilidades y amenazas que comprometan los activos de la institución.