La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México está siendo rehabilitada como son el mantenimiento a los pilotes, la renivelación de la Capilla de Ánimas, la erradicación de flora parásita y reparación de grietas en bóvedas y la rehabilitación de la instalación eléctrica y sistema de pararrayos. Se trata de mantenimiento, algunos de los cuales no se ejecutaban desde décadas atrás, según la Secretaría de Cultura federal dada a conocer durante la Mesa de Infraestructura del Centro Histórico donde participan dependencias locales y federales.
Uno de los objetivos es mantener la estabilidad estructural de los edificios ante los efectos de los hundimientos diferenciales. Para ello, se debe dar mantenimiento a los 111 pilotes de control de la Catedral Metropolitana, los cuales cargan entre 35 y 100 toneladas, cada uno. El mantenimiento a pilotes no se realizaba en dos décadas y asegura que el edificio pueda tener movimiento diferencial controlado y evitar algunas inclinaciones y hundimientos que pueden afectar la estabilidad de la estructura, se informó durante la Mesa de Infraestructura.
Actualmente, los trabajos se centran en la renivelación de la Capilla de Ánimas que se ubica sobre la calle Guatemala y que ha sufrido afectaciones por los efectos del cajón subterráneo de la Línea 2 del Metro. El cajón del Metro que pasa en la calle de Guatemala tuvo un efecto sobre la Capilla de Ánimas y se tiene que hacer un trabajo de renivelación, que durará tres semanas, se explicó. Para realizar este trabajo la Secretaría de Cultura se apoya en especialistas del Instituto de Ingeniería de la UNAM, del Instituto Nacional de Antropología e Historia y de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural. Estos trabajos tienen un avance de 75 por ciento.
Los arbustos que han echado raíz en las fisuras y juntas de mampostería del edificio han vulnerado la capacidad estructural, lo que favorece la filtración de agua de lluvia que puede dañar los valiosos bienes que se resguardan en el interior. En particular, esta flora parásita ha provocado daños en la linternilla de la cúpula de la Catedral, lo que representa un riesgo estructural. Los especialistas detectaron que las raíces desplazaron elementos pétreos, lo que compromete la capacidad estructural.