Con un control de sanidad en el que a los asistentes se le solicitó una prueba de antígenos negativa (de no más de 72 horas) o su certificado de vacunación completo contra covid-19 fue como arrancó la primera jornada de la edición 11 del Festival Corona Capital.
Después de que en 2020 el festival no se llevó a cabo por la contingencia sanitaria, ayer 59 mil 500 personas se dieron cita en la curva cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez para reactivar los festivales de música masivos.
Era el mismo festival de años atrás, pero se sentía diferente desde antes de ingresar a las instalaciones. Por primera vez las filas en los coches o caminando no les llevaba a los asistentes más de 10 minutos de espera y en los torniquetes de acceso, a pesar de que cada una de las personas pasó los filtros sanitarios, entraban sin prisa mostrando los documentos que le solicitaban y portando un sin número de diseños de cubrebocas. Se detenían un poco para tomar gel antibacterial que el festival ofreció en los diferentes dispensarios colocados alrededor de todo el espacio.
Sí, estaban los tradicionales Food Trucks, y sí, también la zona gourmet, pero era menor el número de stands que en otros años; también faltaban las torres de vigilancia que cada año la Secretaría de Seguridad Ciudadana colocaba. Sólo había elementos de seguridad a pie dando vueltas por todas las zonas.
Eso sí, una vez dentro y con bebida en mano, los cubrebocas se convirtieron en un estorbo. Si bien la gente no los tiró, muchos se los quitaban.