Juan Velásquez es apodado contra su voluntad, ‘el abogado del diablo’, pues nunca ha perdido un caso.
Entre los poderosos clientes a los que ha defendido se encuentran: Luis Echeverría, José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari.
En la infancia del abogado Juan Velásquez no hubo muchos juegos. Tampoco televisión ni amigos de su edad. Sus primeros años de vida transcurrieron entre las aventuras narradas por Julio Verne y Emilio Salgari, y los tribunales a los que acudía vestido de traje junto a su padre, Víctor Velásquez. Esa época para él fue “como muy de adulto”.
La estricta educación que le impuso su padre antes de cumplir 10 años lo distanció de los contactos personales. Concuerda con una publicación que leyó recientemente sobre el vínculo que existe entre la soledad y los niños que carecen de amistades infantiles.
“Yo tuve amigos adultos y crecí solitario”, reflexiona sentado en el salón principal de su despacho, donde trabaja con su asistente como única compañía.
Esa soledad lo ha acompañado durante sus 70 años de vida. En el estricto sentido de la palabra tiene muchísimos conocidos, pero no amigos, dice.
“Tengo muchísima gente a la que quiero, pero no amigos de ir a ver el futbol, de tomar unas copas, de festejar mi cumpleaños. No los tengo”.
El ejemplo y la sombra de su padre no solo influyeron en su relación con las personas que lo rodean. También repercutieron en la elección de su profesión. Si hubiera tenido plena oportunidad de elegir su vocación, habría escogido la carrera de militar y no la de abogado, confiesa.
Te puede interesar: Ricardo salinas regalará un millón de pesos