Las reformas al artículo 331 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) entradas en vigor el 12 de enero de 2021 representan un primer paso para dar certeza legal al teletrabajo. A finales de 2020, el 86% de la población mexicana empleada trabajaba a distancia por la pandemia de Covid-19, lo que hizo necesario un marco regulatorio robusto. No obstante, hay algunos puntos a tomar en cuenta para cumplir las nuevas reglamentaciones y aprovechar las ventajas que ofrece el home office.
De lo primero a considerar es la falta maduración y consolidación en algunos puntos de la reforma, según opinan especialistas. Principalmente, el referido al porcentaje mínimo de servicios de electricidad y telecomunicaciones que estará obligado a pagar el empleador como parte de los costos derivados. De igual manera, ello es necesario para que las empresas puedan deducir impuestos por gastos de trabajo en sus declaraciones
Por otro lado, es necesario que los empleadores establezcan condiciones y horarios claros con sus empleados. Ello, con el propósito de hacer respetar tanto la vida personal del mismo como su derecho a la desconexión. "Cuando se está trabajando en un entorno laboral dentro de casa, sobre todo cuando se trata de familias, es necesario que exista esa línea y marcar esa separación [entre trabajo y vida personal] y que el mismo empleador la considere", dijo para NotiPress Dennisse Álvarez, directora de la vinculadora de emprendimientos Score My Pitch.
Álvarez también mencionó, se espera que el home office se convierta en un modo de trabajo permanente para muchas empresas y empleadores. Ello puede generar, como efecto indirecto, " migración y movilidad entre las mismas personas. Puede que empiecen a buscar espacios de trabajo más cómodos y que les ofrezca una mejor calidad de vida", incluso fuera de los centros tradicionales de trabajo, como son las grandes ciudades. Ello hace esperable que una parte de la planta de trabajo se desplace a otras partes de la república durante esta época.
Es posible que los requisitos de la nueva reforma impongan la necesidad de invertir en infraestructura tecnológica y de seguridad no contemplada. Ello, ya que la reforma obliga a proveer al empleado del equipo necesario para desempeñar sus tareas (como computadoras, sillas ergonómicas, entre otros), además de garantizar la protección de sus datos personales y su seguridad en la web.
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Finalmente, es recomendable que las empresas tomen un papel proactivo para informar a sus empleados sobre sus respectivas obligaciones ante la LFT. Implican no solo cuidar el equipo proporcionado y atender las medidas de ciberseguridad implementadas, sino informar al empleador de forma oportuna sobre los gastos en servicios a cubrir. La reciente reforma es un paso adelante para garantizar una gama amplia e importante de derechos laborales. Sin embargo, requiere aún de muchas enmiendas y de la participación activa de empleadores y empleados para hacerla cumplir a cabalidad.