Sedena prevé gasto de 500 millones de pesos para adquirir tres drones

Son para vigilancia aérea, localización de objetivos y contra el crimen organizado

La Fuerza Aérea mexicana presenta un déficit en sus aeronaves no tripuladas para la implementación de operativos de inteligencia y vigilancia en zonas de difícil acceso en contra del crimen organizado.

Esto se debe al siniestro de cuatro de sus drones entre 2020 y 2021, además del vencimiento de la licencia de software que dejó fuera de servicio a sus sistemas de operaciones.


Vigilancia moderna
    Las aeronaves no tripuladas y controladas a distancia del Escuadrón 601, del sistema Báalam, que es donde se presenta el déficit, tienen como función controlar y prevenir actividades de la delincuencia organizada, en distintas zonas urbanas y rurales del territorio mexicano, mediante operaciones de búsqueda, localización, obtención y difusión de información en tiempo real, diurno y nocturno.

Estas naves pueden fijar tanto blancos fijos como móviles.

Para subsanar dicho problema, la Sedena requiere adquirir tres sistemas de aeronaves pilotadas a distancia, más su mantenimiento, cuyo costo asciende a 498.3 millones de pesos en total, de acuerdo con documentos de la dependencia del Proyecto o Programa de Inversión (PPI) inscrito en la Cartera de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

    Los drones que busca adquirir la Sedena cuentan con un sistema de propulsión propio, la capacidad para realizar reconocimientos de imagen de área y de punto, así como seguimiento de blancos en tierra, lo mismo que localizar la posición de un blanco por coordenadas indicando su ubicación exacta, para guiar a las tropas de superficie hacia los objetivos seleccionados y proporcionar ayuda inmediata. Según los documentos de la Sedena firmados por el Teniente Coronel Raymundo Lanz Osuna, subdirector de Material Aéreo Electrónico, el costo de los tres drones es de 318.7 millones de pesos, con una vida útil de 10 años.

A esto se agregan 178.3 millones de pesos por costos de mantenimiento por la década de uso y 1.1 millones de pesos correspondiente a costo de operación por año.