Esta semana, los careos del caso de Diego Santoy, conocido como “El Asesino de Cumbres”, volvieron a repetirse, pero ahora sin la presencia de las testigos.
Tras seis meses de buscarlas y no localizar a las integrantes de la familia Peña Coss y su empleada doméstica, el juez decidió que se llevaran a cabo los careos en ausencia de ellas.
Santoy sería confrontado con Érika Peña Coss, su exnovia; Azura, hermana de ésta, y Teresa Coss, mamá de ambas, así como la ex trabajadora de la casa, Catalina Bautista.
El argumento para que los careos hayan sido agendados es que, en 2007, Santoy no contó con un abogado defensor, dejando espacio para vacíos legales que las autoridades han asegurado que no repercutirán en su sentencia actual.
Fue el 2 de marzo de 2006 que los hermanos menores de Érika murieran a manos de Santoy tras la ruptura de su relación, hecho que tomó lugar en la colonia Cumbres, segundo sector en Monterrey.
Las cuatro diligencias se realizaron por videoconferencia el martes pasado en el Juzgado Primero Penal del Estado en el Palacio de Justicia de Monterrey, con acceso restringido.
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Santoy estuvo enlazado desde el Cereso de Cadereyta, donde cumple una pena de 71 años dictada en 2012 por homicidio, secuestro y robo.
Las diligencias se realizaron en presencia de dos defensores de Santoy, el Ministerio Público y personal del juzgado.
A Santoy le fueron leídos los cuatro testimonios por separado y él mantuvo su posición inicial de contradecirlos, según una fuente citada por Agencia Reforma.
“Expresó que existían contradicciones en las declaraciones rendidas. Sin embargo, en ningún momento negó haber acabado con la vida de las víctimas, pero tampoco afirmó o ratificó haberlo hecho”, comentó el informante.
¿Por qué se repitieron los careos?
La defensa de Santoy busca con la repetición de los careos la reducción de la condena para que pase de 71 años a cuarenta.
Para volver a realizar los careos, los abogados pidieron un amparo y en febrero los magistrados ordenaron al juez la repetición de los careos.
El argumento fue que en los careos iniciales en el 2007 no estuvo presente su abogada, que era Raquenel Villanueva, quien fue ejecutada en 2009 en la Pulga Río.
Las diligencias fueron públicas y hasta televisadas y Villanueva estuvo, pero no se dejó asentado en el documento.
Santoy fue condenado por primera vez en 2010 a 138 años, pero con un amparo logró que le disminuyeran la pena a 71 años de cárcel.