Un pequeño tornado sorprendió ayer a los vistantes de Chichén Itzá, en Yucatán, quienes no tardaron en compartir las imágenes y videos de lo que consideraron un fenómeno muy extraño después del equinoccio.
El cielo despejado que predominó este día en toda la región peninsular fue idóneo para permitir que el dios maya Kukulkán (la serpiente emplumada) bajara por el costado noreste de El Castillo y anunciara nuevamente el inicio de la primavera, tal como lo ha hecho desde tiempos ancestrales.
Unas 14 mil personas entre turistas nacionales y extranjeros llegaron a esta antigua ciudad maya para presenciar el fenómeno arqueoastronómico del equinoccio de primavera.
Todos ellos fueron testigos de la precisión matemática que lograron los antiguos pobladores de este icónico sitio prehispánico, en uno de los espectáculos de luz y sombra más impresionantes y populares de todo el planeta.
El equinoccio de primavera o el descenso de Kukulkán nuevamente sorprendió y movió las fibras sensibles de las miles de personas que acudieron a ver ese espectáculo.
Al filo de las 15:15 horas, se empezó a formar el primero de los siete triángulos isósceles de luz que dan forma al cuerpo de Kukulkán.