Hongos, piojos, herpes, hepatitis y VIH, son sólo algunos de los virus y afecciones que se pueden encontrar en una estética o salón de belleza cuando estos no tienen las medidas de higiene necesarias en herramientas, técnicas e incluso, en el espacio en el que se llevan a cabo las prácticas de belleza.
De acuerdo con la directora general de la Cámara de la Industria del Embellecimiento Físico (Camief), Rocío López de Muriedas, algunos problemas que tienen muchos de estos negocios es la falta de higiene en los materiales que utilizan, como las tijeras, las navajas, cortaúñas, pinzas para remover la cutícula, entre otros, así como en el lugar, por lo que pueden ser un foco de infecciones.
En México, existen 168 mil estéticas constituidas de forma legal, lo que implica que para su funcionamiento llevaron a cabo trámites de registro ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y la Secretaría de Desarrollo Urbano; además dieron aviso a la Secretaría de Desarrollo Económico, la Secretaría de Salud y a la Comisión Federal de Protección Sanitaria (Cofepris).
Sin embargo, de acuerdo con datos de la Camief, en la informalidad se calcula que medio millón de familias se sustenta mediante un negocio relacionado con el embellecimiento físico, ya sea en un tianguis, en un local, a domicilio e incluso en unidades móviles, por lo que, este grupo de establecimientos no siempre cuenta con los estándares mínimos de higiene y mucho menos con la documentación legal.
Un médico especialista en salud señala que en cuanto al VIH y la hepatitis existe el riesgo de contagio si los instrumentos punzocortantes son reutilizados “Realmente el riesgo es muy bajo cuando se tiene la limpieza adecuada, por ejemplo, la esterilización de materiales pinzas, tijeras, o cualquier instrumento en contacto con el cliente”.
Agregó hay un factor de contagio cuando las heridas son frescas y el virus, que puede estar en alguna de las herramientas, no se ha expuesto al calor, pues no sobrevive a ciertas temperaturas. “Se reduce considerablemente la posibilidad de adquirir alguna afección si se usan guantes, antisépticos y navajas que sean desechables”.
Sin embargo, pese a esto y a que se han registrado casos aislados de infecciones, López de Muriedas explicó que los clientes no denuncian, ya que consideran que con sólo dejar de ir al lugar es más que suficiente, a pesar de los riesgos para su salud.
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