La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) cerró el 2020 cómo año atípico, dado que la construcción se reactivó de julio a diciembre, lo que se debió a la pandemia de COVID-19.
El presidente de la CMIC, José Luis González Valencia, detalló que de enero a marzo del año pasado hubo actividad, pero luego, por el confinamiento, se detuvo. Se reactivó a partir del mes de julio y siguió así hasta diciembre. La obra más notoria fue el distribuidor vial de Universidad.
Mantener pagos y medidas durante el primer semestre del año no fue difícil, porque se tenían ahorros; algunas empresas habían realizado proyectos carreteros y obras. El segundo semestre fue similar, porque se permitió la obra, que fue mínima, pero no se dejó de trabajar.
"Hubo obra de mantenimiento, la reconversión de los hospitales y las obras de vivienda social en Tabasco. Este semáforo no nos ha impactado proceder actividad esencial a como lo estableció el gobierno del estado", dijo.
Por último, señaló que se cuenta con un programa nacional de protocolo del regreso a las obras para obras estatales y municipales.
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