Samuel Romero Reyes, de 11 años, soñaba con manejar grandes camiones de carga; el cuarto de cinco hermanos, era un niño estudioso, parte de la escolta de la escuela donde cursaba sexto grado de Primaria en la comunidad de El Tejocote, municipio de La Perla, Veracruz.
Donde la mayoría de las familias viven del cultivo de flores.
Murió asesinado por su amigo
Samuel murió en manos de su compañero de juegos, otro niño de 10 años, en las maquinitas, el domingo 14 de enero; tras el crimen, la familia del niño de 10 años que le disparó con la pistola de su padre, huyó.
Lo alejado del Hospital de Río Blanco también influyó para que el menor perdiera la vida, por el tiempo que se pierde en el traslado.
Maximino Flores Sánchez, padre del niño agresor, incurrió en varios delitos, entre ellos el de omisión de cuidados, al dejar en la mesa un arma cargada. La pena de cárcel es mínima; su hijo pasaría a lo más, cinco años en un correccional de menores, explicó José Alfredo Riverón Mora, abogado penalista.
Leticia recuerda las últimas palabras que escuchó de su hijo
La familia había asistido a misa y después de comer en casa, el menor cruzó la carretera que separaba su hogar del lugar donde murió.
A seis días de los hechos, la familia de la víctima teme que no se haga justicia.
Los abuelos del niño agresor y los papás de Samuel son compadres y amigos. Las maquinitas donde jugaban están en la casa de la pareja de adultos mayores, y a un lado del cuarto donde vivía la familia hoy prófuga.