New York Times responsabiliza a Marcelo Ebrard y Carlos Slim por colapso del Metro

Los periodistas autores consultaron a numerosos expertos en ingeniería y también aseguran haber revisado “miles de páginas” de documentos internos relacionados con el metro

Dictámenes de expertos consultados por el gobierno de la Ciudad de México, entre otros, indican que el colapso del tramo elevado de la Línea 12 se debió a un deficiente proceso de soldadura, que provocó que los pernos metálicos que unían el puente de concreto con las trabes metálicas, se aflojaran, se soltaran y algunos, hasta resultaran degollados, reveló el diario The New York Times.

En una exclusiva inesperada, que cita fuentes internas (y anónimas) del gobierno de Claudia Sheinbaum, el reportaje titulado Por qué colapsó la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, apunta directamente a dos responsables: Marcelo Ebrard, como jefe de gobierno que metió prisas indebidas a los constructores para terminar la obra, y a Carlos Slim, como dueño de Grupo Carso, empresa que construyó (mal) el tramo que colapsó.

El reportaje se acompaña de una impresionante animación gráfica que ejemplifica la falla que provocó el derrumbe y que, en términos lo más sencillos posibles, se resume en soldaduras mal hechas.

Los periodistas autores del texto consultaron a numerosos expertos en ingeniería y también aseguran haber revisado “miles de páginas” de documentos internos relacionados con el metro y que indican que la obra tuvo fallas de origen.

Además de citar fuentes internas del gobierno de Sheinbaum, el Times refiere que sus reporteros tomaron miles de fotografías del tramo colapsado y que las llevaron ante especialistas.

Explica que en un puente como el que cayó, la base de concreto, que es el puente en sí mismo, se debe sostener con una trabe de acero. Pero no debe simplemente apoyarse, ya que eso hace que carezca de resistencia, sino que, por medio de un proceso de soldadura especializada con pernos, acero y concreto deben convertirse en una sola pieza para multiplicar su resistencia.

La falla estuvo precisamente en la soldadura. Según los especialistas consultados por el diario, la soldadura estuvo mal hecha, lo que hizo que con el desgaste del tránsito de los trenes, algunos pernos se fueran soltando paulatinamente. Eso llevó a que el puente de concreto se soltara de la trabe y quedara flotando en algunos puntos.

Esa separación entre puente y trabe hizo que la resistencia se redujera, y la trabe de acero se retorciera, y finalmente, se rompiera, junto con la parte de concreto.

Según explica el diario, el motivo técnico es la deficiente soldadura de los pernos que unían la parte de concreto con la trabe de acero.

De acuerdo con una revisión que etcétera hizo en páginas especializadas en arquitectura y soldadura, los pernos del tipo que se usaron en la Línea 12 sirven para unir piezas de concreto con piezas de acero. Se colocan uniendo ambas piezas y, a diferencia de un tornillo común y corriente, que usa una tuerca del otro extremo, lo que se hace es una pieza metálica con soldadura (es decir, metal caliente), lo que hace que, al enfriar, el perno y el concreto queden en una sola pieza y sean imposibles de separar. A menos, claro, que la soldadura se haga mal.

La soldadura de esta clase es un oficio altamente especializado. Quienes hacen este tipo de soldaduras requieren contar con certificaciones técnicas.

Una prueba de que los trabajadores de Grupo Carso que hicieron las soldaduras no eran especialistas se encuentra, según informó el Times, en que en muchos pernos se habían dejado los “anillos de cerámica”.

El Times no explica en qué consisten dichos anillos ni el motivo de su importancia, pero en las páginas que pudimos consultar se explica que esos pernos se fabrican con un anillo de cerámica que sirve como “molde” para inyectar el metal que será la soldadura. Cuando la soldadura enfría, lo que ocurre en unos pocos segundos, se debe retirar el molde de cerámica.