Un canadiense fue detenido el pasado 28 de enero por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en la zona de Santa Fe, en CdMx, al encontrarle 69 kilos de cocaína en la cajuela de su vehículo. La detención se realizó a la altura de la Universidad Iberoamericana; el conductor de un Hyundai gris con placas de Guerrero manejaba a baja velocidad, pero al momento de percatarse de la presencia policiaca aceleró e intentó perderse. Finalmente lo detuvieron e hicieron descender del vehículo.
Conforme al protocolo de actuación policial, se le efectuó una revisión de seguridad, lo cual hallaron en la cajuela 69 paquetes sellados al vacío, tres celulares y un arma de fuego calibre 22 mm. El joven de 25 años, quien se identificó con el nombre de Haddy Younes y dijo ser ciudadano canadiense, explicó que se dirigía hacia Toluca. Que vivía en un pent house sobre la carretera México-Toluca número 3683, interior 1603. La vivienda de lujo está a nombre de Mustafa Althabawhi. El vehículo en el que circulaba está a nombre de otro canadiense de nombre Nour Gazy, buscado por las autoridades. La detención llama la atención después de la ejecución dentro del complejo turístico Xcaret —en la Riviera Maya— de otros dos canadienses a los que relacionan con un ajuste de cuentas por deudas de narcotráfico.
Investigaciones periodísticas de InSight Crime y los periodistas Peter Edwards y Luis Nájera narran en su libro, The Wolfpack (Manada de lobos), la estrategia criminal de tráfico de cocaína hacia Canadá y después a Europa y Australia, que logra una venta del producto a un precio cinco veces más alto que el de EU, y que la nueva alianza en esta ruta es con el cártel de Sinaloa, de manera que en Canadá le están ganado terreno a los italianos, asiáticos y bandas de motociclistas, quienes tenían el control del narcotráfico en ese país del extremo norte. Los jóvenes narcos canadienses se están haciendo pasar por empresarios, utilizan tecnología y están explotando la venta de droga por internet.