La saturación de hospitales públicos del país, a causa de los contagiados de covid -19, ocasionó que la familia de Miguel Ángel haya pasado todo el día buscando un lugar que lo atienda, que lo ayude a morir bien.
Saben que no hay nada qué hacer: la cirrosis le ha destrozado el hígado, pero desean que antes de que fallezca sea cuidado y sin dolor. Con la llegada de la Fase 3 de la contingencia aumentó la tensión en los hospitales. En algunos, que no estaban destinados para casos de coronavirus, comenzaron a recibir pacientes con síntomas de éste.
A partir de ayer los hospitales privados, a través del convenio Todos Unidos contra el covid-19, atienden a algunos pacientes con padecimientos de segundo nivel, pero enfermos como Miguel Ángel no tienen una cama disponible ni en el sector público ni el privado. Sólo se atenderá en los hospitales privados a mujeres embarazadas, urgencias médicas como apendicitis, hernias, úlceras y algunas otras urgencias. Estarán disponibles 3 mil 115 camas en 146 hospitales, en 27 entidades federativas.
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“Ya lo llevamos a todos los hospitales de Neza y no lo quieren que porque hay mucha infección de covid-19, no nos lo pueden sacar, porque ya está como ellos dicen en fase terminal. Dicen que está saturado y que no lo van a atender, o sea no se vale, eso no se vale”, dice Amada, familiar de Miguel Ángel.
Edna Ledezma, jefa de admisión del Hospital General Balbuena, quien lleva 36 años trabajando en la institución platica sobre la situación en este lugar.
Cuenta cómo los parientes de los pacientes con otros padecimientos temen que los enfermos de covid-19 los contagien. Por ahora en el hospital hay cuatro casos sospechosos, no les han hecho la prueba porque no hay disponibles.
“La gente está espantada porque llegan pacientes de otras enfermedades no nada más del covid-19”, dice Ledezma minutos antes de que la aborden familiares de Miguel Ángel, quienes enfadados por el peregrinar quieren saber si aquí si lo van a internar.
La jefa de enfermeras tranquila trata de explicarles que no era apropiado que Miguel Ángel estuviera en un hospital con casos del covid-19, ya que sus defensas son muy bajas, pero ante la desesperación de la familia, terminan diciéndole “pendeja”.