Al iniciar la conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario mexicano dejó en claro que los tres niveles de Gobierno están ayudando a los damnificados de los desastres registrados en los últimos días.
El Presidente reconoció el sábado que ha sido “la semana más difícil” de su sexenio por los desastres ocurridos, como inundaciones, un huracán, sismo y un derrumbe.
“Esta semana yo creo que ha sido la más difícil para los que nos cuidan, para los de Protección Civil, tanto del Ejército, por la aplicación del plan DN-III, los marinos con su plan Marina, muchos civiles, gobiernos estatales, municipales”, expresó.
El mandatario había reconocido el martes como uno de los días “muy malos” de su encargo por la muerte de 17 pacientes en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por inundaciones en Tula, Hidalgo, donde incluso pidió a la gente trasladarse a refugios.
La noche de ese día, el presidente emitió un mensaje por un sismo de magnitud 7,1 con epicentro en Acapulco, Guerrero, donde el Gobierno del estado reportó la muerte de tres personas.
Después, el miércoles se formó el ciclón Olaf en el Pacífico, que azotó como huracán categoría 2 a Baja California Sur, en el noroeste, y dejó un muerto por un derrumbe en una carretera en Jalisco, en el occidente.
Además, este viernes se deslavó un cerro en Tlalnepantla, municipio del Estado de México, que ha dejado un muerto y tres desaparecidos hasta ahora.
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