Similar al debate en la Unión Europea, en México ya se planteó que, sin excepción, los equipos o dispositivos terminales móviles disponibles cuenten con un cargador único, estándar o adaptable para todas las marcas y modelos.
La diputada del PVEM, Rocío Corona Nakamura, planteó incluir como un derecho más de los usuarios de los servicios de telecomunicaciones esta medida, la cual incluye que los cargadores deben ser energéticamente eficientes.
Agrega que cada año salen nuevos equipos celulares, los cuales en la mayoría de los casos tienen su propio cargador de batería, que no es compatible con otros dispositivos que se encuentren en el mercado, a pesar incluso de ser de la misma marca.
Corona Nakamura advierte que el problema no es nuevo, pero se ha dejado de lado a costa no sólo de la eficiencia de la telefonía móvil, sino de la economía familiar y la contaminación ambiental.
Expone que en el país se generan alrededor de 29 mil toneladas de basura electrónica cada mes, de las cuales sólo se recicla el 14 por ciento; el restante 86 por ciento no hace otra cosa más que contaminar, se trata de basura que contiene metales pesados sumamente tóxicos, como plomo, cobre y arsénico.
Resalta que, de toda la basura electrónica, un gran porcentaje corresponde a los cargadores de equipos celulares obsoletos o que ya no se usan a causa de un cambio o renovación de equipo.