En México hay 232 mil 867 escuelas, siendo 198 mil 348 públicas y 34 mil 528 privadas, de estas el 15% son de carácter religioso, de acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Lo cierto es que la educación en México debe de ser, de acuerdo con el artículo tercero constitucional, obligatoria, gratuita, universal, inclusiva, pública y laica. Las escuelas privadas tienen la capacidad legal de d eterminar los requisitos necesarios para sus docentes, mientras que las escuelas públicas se rigen únicamente por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, consultada por NotiPress, en México hay 1.2 millones de personas que se dedican a la docencia de educación básica, de las cuales 69.9 por ciento son profesoras y el 30.1% profesores. Según datos del mismo, más del 80% de los docentes cumple con estudios a nivel licenciatura relacionados con la educación, en menor medida, los educadores cuentan con maestrías y doctorados en diversas áreas de aprendizaje, administración, tecnología, salud, entre otros. Estos docentes son un pilar fundamental en el crecimiento y desarrollo económico, tecnológico, social y cultural del país, por lo que la capacidad de los docentes es primordial para transmitir los conocimientos.
Entre los requisitos necesarios de la SEP para contar con docentes capacitados en el sector público destacan acreditar estudios mínimos de licenciatura, contar con conocimientos y formación en el área pedagógica o el área de enseñanza a la que aspira educar. Asimismo, dominio total de la segunda lengua que se va a impartir, ya sea como profesor de idiomas o de educación indígena, también no se debe ocupar plaza o cargo de docente, administrativo o directivo en el mismo nivel donde ya imparte clases . Como otro requisito es n o estar inhabilitado para el servicio público ni tener algún impedimento legal. También los docentes deben de acreditar una serie de exámenes de conocimientos en el área y atender a cursos de preparación.
Además de los requisitos mencionados, las instituciones privadas pueden determinar una serie de cualidades y requisitos extraordinarios, las cuales pueden ser desde el rango y área de estudio deseada hasta algunos requisitos y valores morales. Dichos requerimientos son solicitados especialmente en los colegios privados que cuentan con un plan de estudios apoyado en creencias religiosas, fundamentándolo en el derecho a la libertad de culto y la no discriminación.
Las cualidades buscadas por los centros educativos no solo consideran el conocimiento, sino también la devoción a la fe que predica el colegio, el seguimiento y promoción de valores básicos e incluso el estilo de vida y estado civil del docente. Si bien dichos requerimientos morales han sido calificados como una falta a la privacidad, los colegios religiosos cuentan con la capacidad administrativa de seleccionar a los docentes que congenian mejor con los valores promovidos por la escuela. Uno de los casos más conocidos a nivel internacional sobre una diferencia entre requisitos laborales y morales ha sido el de Pavez vs Chile, donde una exprofesora fue redimida de su cargo como docente de religión debido a sus preferencias sexuales.
De acuerdo con las autoridades religiosas encargadas del colegio, Sandra Pavez fue recolocada en otra área administrativa debido a que sus ideales no congeniaban con los valores promovidos en el colegio. Ante dicha situación, el caso escaló a todo el continente cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intervino y declaró la existencia de una violación a los derechos básicos de la profesora. El estado a su vez encontró que los colegios religiosos deben ser capaces de seleccionar a sus docentes de acuerdo a las habilidades y aptitudes esperadas.