Víctor Manuel, es uno de los 350 mil repartidores de comida por aplicación en México, todos los días, desde las 9:00 de la mañana camina a los restaurantes a recoger los pedidos y llevarlos a los usuarios.
Pero lo hace cumpliendo un reto extra, hacerlo con muletas y prótesis en el pie izquierdo.
Todos los días logra recorrer hasta 30 kilómetros entregando la comida. Víctor comenzó repartiendo en moto y luego en bicicleta. Desafortunadamente un día fue golpeado por una ambulancia que viajaba en sentido contrario y casi pierde la vida.
La empresa para la que trabajaba le dijo que no tenía cobertura "porque en ese momento apenas iba por un pedido y sólo es válida cuando se trae un paquete en la mano".
Desde aquel día tiene una prótesis y debe utilizar muletas para caminar. El trabajo le resulta muy complejo, pero siempre lo cumple y lo hace con la mejor actitud para que todos los clientes reciban su comida.
El trabajo de los repartidores de comida tomó relevancia a partir de la pandemia, pero que hoy se ha convertido en algo fundamental para la vida de la Ciudad de México.
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