A las instalaciones castrenses ingresaron desde el día de ayer 61 personas, entre familiares de personas desaparecidas y víctimas, quienes han manifestado haber sido objeto de violaciones a los derechos humanos cometidos en las décadas de los años sesenta al noventa.
La selección de los espacios que se están inspeccionado se basó en documentación militar y en testimonios de sobrevivientes y personas que han formado parte del servicio público.
Las acciones de reconocimiento, que concluirán el 22 de septiembre, tienen el objetivo de identificar espacios dentro del Campo Militar No. 1-A, en los que presuntamente se cometieron violaciones graves a derechos humanos y documentarlos con metodología pericial.
Para esta inspección, la Comisión para la Verdad se hace acompañar de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y su personal de visitadurías, y de la Comisión Nacional de Búsqueda con peritos criminalistas, arquitectos y de acompañamiento psicosocial.
Tras esta primera incursión, la Comisión para la Verdad continuará con el proceso de inspección en aquellos puntos que las personas sobrevivientes y familiares señalen como posibles sitios de detención clandestina.