La artesana de textiles, María de Lourdez Pérez, debido a la limitante de no salir a las plazas públicas ahora ofrece sus creaciones por la propagación del Covid-19, ha optado por cambiar por ahora las muñecas otimíes por cubrebocas de tela con los bordados característicos de la zona indígena.
También señaló que muchas artesanas están uniéndose a la alternativa para poder tener recursos y poder sustentar sus hogares, ya que hasta sus esposos, que regularmente se dedican a la construcción, fueron despedidos.
Relató que ella desde hace 22 años se dedica a elaborar textiles en diferentes presentaciones, pero desde hace casi dos meses las ventas habían bajado hasta en un 90%, razón por la que Lourdes comenzó a crear los cubrebocas con doble tela, primero para sus hijos y después para la venta.
Debido al apoyo del director de La Casa Otomí, Eduardo Paulin Nardoni se logró el primer pedido de un centenar de piezas para ser distribuidas en la capital del estado de Querétaro, y debido a ello pudo ofrecer trabajo a cinco mujeres más, ya que de igual manera no tenían ingresos familiares.