El turismo en Río Lagartos, Celestún y Sisal en Yucatán ha tomado un giro con prácticas peligrosas que ponen en riesgo tanto a los cocodrilos como a los visitantes. Prestadores de servicios turísticos, en su afán de atraer más turistas y obtener propinas, están alterando los ciclos naturales de cacería de estos reptiles.
- Un ejemplo es el video que hizo viral en redes sociales que muestra a un guía turístico atrayendo a un cocodrilo llamado "Panchito" con la mano en el agua, para luego agarrarlo por la cola y lanzarlo al otro lado de la ría. Estas acciones han sido calificadas como irresponsables porque representan un riesgo para los animales y los turistas.
El problema se agrava con el auge del turismo de naturaleza, donde se busca ofrecer experiencias cercanas con la fauna local. Sin embargo, estas prácticas pueden tener consecuencias graves. El año pasado, un turista fue mordido por un cocodrilo en la Laguna Cocodrilos en Sisal, después de ingresar imprudentemente al hábitat de estos reptiles.
Los cocodrilos de Yucatán, de la especie Crocodylus moreletii o de pantano, no son naturalmente agresivos hacia los humanos, aunque son muy territoriales. Sin embargo, si continúan siendo alimentados por los guías, comenzarán a asociar a las personas con comida, lo que puede aumentar el riesgo de ataques.
Los expertos hacen un llamado urgente a las autoridades y a los prestadores de servicios turísticos para que cesen estas prácticas y se promueva un turismo responsable que respete los ciclos naturales de los animales y garantice la seguridad de los visitantes.