En Oaxaca, el arte urbano se ha convertido en un medio de expresión sobre la creciente gentrificación en la ciudad capital.
Las paredes de la ciudad reflejan el descontento social, denunciando el aumento en los costos de servicios, la escasez de agua y el encarecimiento de la vivienda, evidenciando así el impacto de este fenómeno en la vida de los habitantes locales.
GENTRIFICACIÓN AMENZA A LA IDENTIDAD CULTURAL
La gentrificación no es un fenómeno reciente en la región, afectando especialmente a barrios como Jalatlaco y Xochimilco, donde los precios de alquiler superan los 30 mil pesos.
Ante esta situación, el Congreso de Oaxaca ha presentado una iniciativa de Ley que consta de 22 artículos, destinada a prevenir la gentrificación y proteger a las comunidades locales.
Esta propuesta reconoce la gentrificación como una amenaza a la identidad cultural y al bienestar de los habitantes, e incluye medidas para limitar los aumentos de alquiler y asegurar que un porcentaje de las nuevas viviendas sea asequible para personas de bajos ingresos.
También busca prevenir desalojos injustificados y regular las plataformas digitales de alojamiento, estableciendo un registro para los anfitriones que deseen operar en la región.
- Este fenómeno conlleva la expulsión de los sobrevivientes urbanos, descendientes de los residentes que originalmente se quedaron atrás en la carrera de las familias más acomodadas hacia los suburbios y que habían logrado permanecer aprovechando el bajo costo de la vivienda y las oportunidades generadoras de ingresos típicas de los vecindarios densamente construidos: puestos de periódicos, tiendas de conveniencia, pequeñas librerías, pequeños cafés y restaurantes, tiendas especializadas, talleres de reparaciones, pequeñas tiendas de descuento, etc.; es decir, las mismas características pintorescas que contribuyen a hacer atractivas a las ciudades y que, por cierto, hacen que las calles sean elementos urbanos disfrutables.
La Organización de las Naciones Unidas ( ONU) explica que la gentrificación sucede cuando un proceso de renovación y reconstrucción urbana se acompaña de un flujo de personas de clase media o alta, y por tanto mayor poder adquisitivo, que suele desplazar a los habitantes más pobres de dichos espacios.