Una familia estaba por enterrar el cuerpo de María Eva Villegas cuando se dieron cuenta que el ataúd estaba vacío.
Ante esto se comunicaron a la funeraria San José, ubicada en la ciudad de Mexicali, y respondió que efectivamente el cadáver se había quedado en el negocio y lo mandaron en una carroza.
Tras recibirlo, los familiares comprobaron que se tratara de María,quien murió víctima de Covid-19, y metieron el cuerpo al ataúd para, ahora sí, darle santa sepultura.
El hecho causó la molestia, pues fue hasta el momento del entierro descubrieron que la caja venía sin nada.
Te puede interesar: Pandemia por Covid-19 no va a terminar pronto: Gatell