Frutos rojos mexicanos no dejarán de crecer pese a la pandemia del coronavirus

El sector, más allá de traer un reto en la responsabilidad social derivado de la pandemia, está pendiente de lo que ocurra con la Ley de Variedades Vegetales

El sector de los frutos rojos o "berries", como se los conoce en México, arrastra varios años con crecimientos de dos cifras y supone uno de los principales volúmenes de exportación agroalimentaria, una tendencia que se mantendrá en 2020 pese a la pandemia de Covid-19.

"Traíamos crecimientos de dos dígitos y en arándanos se notaba más. Hoy vamos a crecimientos de un dígito. Vamos a andar en un crecimiento máximo de un 7 % y un mínimo de 5 %, que ya es positivo ante la pandemia", expresó en entrevista con Efe el director general de la Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Aneberries), Juan José Flores.

Flores destacó que la enfermedad trajo una reducción del 30-35 % en exportaciones en frescos, una baja del 25 % en precios y una mayor inversión para "mantener sanos a los involucrados en el negocio, desde técnicos a jornaleros".

"El balance sigue siendo positivo porque con el cambio de euro o dólar a peso compensó un poco esas caídas", aseguró Flores en referencia a la depreciación de la moneda mexicana.

Un producto en auge

Los frutos rojos son un alimento en auge, como demuestra que el año pasado fueran el producto agroalimentario con un mayor crecimiento en la balanza comercial.

Los "berries", según los datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), supusieron la quinta exportación alimentaria más importante de México en los primeros cinco meses de este año, pese a sufrir un impacto negativo del 0,6 % en comparación con el mismo periodo de 2019.

El año pasado, las exportaciones de frutos rojos sumaron 1.473 millones de dólares, un 20,7 % más que en 2018.

"Mucha gente piensa que México solo exporta aguacate, pero no. Afortunadamente, además del aguacate, ya tiene interesantes cantidades en exportación de mango y de frutos rojos. Por ejemplo, las 'berries' de Jalisco se han estado posicionando con una gran aceptación en el mercado asiático", resumió la especialista en comercio internacional Aribel Contreras.

EU como principal cliente

El director general de Aneberries concedió que el sector "está diseñado para exportar" y explicó que este producto mexicano llega a 38 países, pese a que Estados Unidos absorbe el 97 % del mercado.

"El 97 % de la exportación se va a los Estados Unidos, el 1,5 % a la Unión Europea y el otro 1,5 % al resto de países" principalmente al mercado asiático, precisó.

El presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Bosco de la Vega, destacó en una reciente entrevista con Efe a los frutos rojos como uno de los principales beneficiados en el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) dentro de la "gran sinergia" generada en el acuerdo.

Por ello, el representante de los exportadores de frutos rojos celebró la seguridad jurídica llegada con el T-MEC, pero lamentó la "incertidumbre" que permanece respecto al tratado de libre comercio con la Unión Europea "que se firma y no se firma", en referencia a que todavía no entra en vigor pese a estar acordado.

Retos pendientes

El sector, más allá de traer un reto "en la responsabilidad social" derivado de la pandemia, está pendiente de lo que ocurra con la Ley de Variedades Vegetales que México quiere reformar cuanto antes para cumplir con el T-MEC pese a tener un plazo de cuatro años para actualizarla.

La nueva ley a discutirse tiene la misión de proteger la universalidad de las semillas nativas y, a la par, de reconocer a los investigadores de nuevas variedades para que cobren derechos de autor por las semillas mejoradas.

"Es primordial tener una ley de variedades vegetales clara y fuerte tanto para la autoridad como para generar confianza en el que invierte en nuevas variedades genéticas e investigación", advirtió Flores.

Para el director de Aneberries, esta modificación "juega un papel muy importante" para aumentar la productividad, conservar los suelos, conseguir especies resistentes a plagas y climas adversos y tener una agricultura "más armónica con el ambiente y sustentable".