Desatendiendo las medidas implementadas por autoridades municipales, estatales y federales por la emergencia sanitaria por el coronavirus Covid-19, cientos de habitantes del municipio de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, acudieron al panteón por el Domingo de Ramos, para cumplir con el rito de visitar a sus difuntos e inicio de la Semana Santa.
Incluso, a través de perifoneo móvil, personas conocidas por la comunidad alentaban a celebrar este rito en el camposanto, desechando cualquier peligro por contagio, sustentaron su dicho usando el nombre del médico, Alberto Reyna Figueroa.
De inmediato, el también delegado del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), se deslindó de haber alentado esta acción la que consideró de “irresponsable” y emplazó a sus paisanos a denunciar a quien promovió esta concentración masiva en el camposanto de Juchitán, en este momento de la Jornada Nacional de la Sana Distancia y quedarse en casa.
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Mientras tanto en Chiapas los fieles católicos acudieron a la celebración del Domingo de Ramos a pesar del llamado de la sana distancia por los contagios comunitarios del coronavirus.
En algunas iglesias de Tuxtla Gutiérrez, la conglomeración de personas fue notoria, lo mismo sucedió en Venustiano Carranza, Simojovel, así como en los municipios indígenas del estado de Chiapas.
Asimismo en el municipio de la Trinitaria y Playas de Catazajá, entre otros municipios de Chiapas, los párrocos pasearon al cristo, pero lo hicieron solos y a las palmas que fueron colocadas casa por casa, fueron bendecidas.
En Tuxtla Gutiérrez, la Iglesia el calvario celebró la misa del domingo de ramos; a las afueras de la templo arribaron indígenas a ofrecer hojas de palmas a los fieles católicos.