El Sistema de Transporte Colectivo Metro es el medio de transporte de mayor relevancia de la Ciudad de México. Por medio de sus 12 líneas de servicio mueve a 4.6 millones de individuos diariamente, se convirtió en uno de los más importantes puntos de vista de contagio de covid-19.
Conforme el portal del STCM, en cada ferrocarril del metro caben 1,530 personas, 360 sentados y 1,170 parado. Todos comprendemos que en horas pico, aquellas cifras son rebasadas y en el caso en la que estamos gracias a la enfermedad pandémica por covid-19, esta red se convierte en un foco rojo de contagio de Covid-19
Para eludir nuevos contagios de este virus, las autoridades sanitarias insisten en el lavado de manos y en la sana distancia, pero en el Metro, es casi imposible llevar a cabo con ésta última. No obstante, profesionales señalan que hay modalidades bastante “sencillas” se prevenir contagios en este transporte, como mejorar la ventilación.
Lo anterior involucra que, si un adulto inhala 6 litros de aire por minuto, al hacer un viaje de 15 min habrá inhalado 3.15 litros de aire que ya ha sido exhalado por otras personas.
Los profesionales se enfocaron en dividir los probables escenarios que un cliente puede descubrir una vez que viaja en Metro, como ventanas cerradas, una vez que el ferrocarril detiene su marcha, etcétera. Basado en ello, calcularon el peligro de contagio con medidores de dióxido de carbono.
Los especialistas señalaron que se propone que el CO2 sea de 700 piezas por millón al interior de espacios cerrados como el Metro, continuamente y una vez que toda la gente utilicen cubrebocas, no hablen y las ventanas se encuentren cerradas. Sin embargo en los vagones del metro se respiran hasta 1,826 piezas por millón.
Esto quiere decir que el aire en los vagones permanece sin circular por un largo tiempo, y los aerosoles que transportan el virus se quedan suspendidos en los ferrocarriles.
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