Estudiantes de Mantenimiento Industrial del Instituto Politécnico Nacional (IPN) crearon una celda que genera combustible barato a partir de agua.
La idea de los jóvenes se basa en la electrólisis, un simple funcionamiento químico que consiste en romper el enlace de las moléculas de hidrógeno y oxígeno mediante una carga eléctrica para obtener el combustible en estado gaseoso.
Los estudiantes Alejandro Cortez Ayala, Gerardo Aarón Cabañas Reyes y Alejandro Cercas de la Rosa crearon “Hydrogenfire” con la idea de “hacer fuego del agua”, un dispositivo que pronto pueda sustituir el tanque de gas de estufas, la soldadura de oxiacetileno e incluso funcionar como alimentador de una batería de combustible, usada en aparatos eléctricos y electrónicos, como bicicletas o drones.
De acuerdo con Milenio, este prototipo es capaz de transformar el agua en combustible barato, accesible y sustentable. Está construido con dos acrílicos que protegen la celda, un depósito con agua, ocho placas de acero inoxidable y un burbujeador cuya función es limpiar el combustible que se ha generado. Este burbujeador funciona también como protección en caso de que la flama regrese por el tubo, porque el hidrógeno es un elemento altamente volátil, explicaron los estudiantes. “Lo único que tendríamos que hacer es rellenar un pequeño tanque con agua, para generar el hidrógeno y con el oxígeno del medio ambiente, empezarían a generar electricidad sin tener que esperar que se recargue la batería”, explicaron. Según las cifras de la Unicef, en 2017, casi el 90 por ciento de la población en el mundo respira aire contaminado; de esa cifra, 300 millones son niños y 7 millones son bebés, recordaron los alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) número 7 “Cuauhtémoc”. Los investigadores aseguraron que los contaminantes atmosféricos no sólo lastiman los pulmones de la población infantil, sino también pueden dañar permanentemente sus cerebros en desarrollo. “Protegerlos de la polución del aire no sólo los beneficia a ellos sino también a sus sociedades ya que reduce los costos de la atención médica, aumenta la productividad y crea un entorno más seguro y limpio para todos”, concluyeron.
De acuerdo con Milenio, este prototipo es capaz de transformar el agua en combustible barato, accesible y sustentable. Está construido con dos acrílicos que protegen la celda, un depósito con agua, ocho placas de acero inoxidable y un burbujeador cuya función es limpiar el combustible que se ha generado.
Este burbujeador funciona también como protección en caso de que la flama regrese por el tubo, porque el hidrógeno es un elemento altamente volátil, explicaron los estudiantes.
“Lo único que tendríamos que hacer es rellenar un pequeño tanque con agua, para generar el hidrógeno y con el oxígeno del medio ambiente, empezarían a generar electricidad sin tener que esperar que se recargue la batería”, explicaron.
Según las cifras de la Unicef, en 2017, casi el 90 por ciento de la población en el mundo respira aire contaminado; de esa cifra, 300 millones son niños y 7 millones son bebés, recordaron los alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) número 7 “Cuauhtémoc”.
Los investigadores aseguraron que los contaminantes atmosféricos no sólo lastiman los pulmones de la población infantil, sino también pueden dañar permanentemente sus cerebros en desarrollo.
“Protegerlos de la polución del aire no sólo los beneficia a ellos sino también a sus sociedades ya que reduce los costos de la atención médica, aumenta la productividad y crea un entorno más seguro y limpio para todos”, concluyeron.