La extrema sequía que agobia a Sinaloa amenaza la economía agrícola y ganadera de la entidad, por la falta de lluvia y el bajo embalse de las 11 presas hidráulicas de la región.
Es tal el estiaje que la presa Bacurato llamada “Gustavo Díaz Ordaz” en el municipio de Sinaloa de Leyva - en la colindancia con Chihuahua -, se encuentra al 11.2 por ciento de su capacidad de almacenamiento de agua y ha dejado al descubierto vestigios de lo que fuera el panteón de la comunidad de Terahuito, que datan de más de medio siglo.
Esa comunidad fue desalojada entre 1981 y 1982 cuando se inició la construcción de la presa Bacurato. Sus habitantes fueron reubicados en la población de Palos Blancos, en el municipio de Guasave.
La presa se inauguró en 1987.
El pescador Félix Pérez Castro que acudía a pescar cuando la presa almacenaba agua casi a su máxima capacidad (618 millones de metros cúbicos), tomó varias fotografías de las tumbas que sobresalen en la resequedad del fondo de la presa.