Ciudad Obregón, Sonora.- "Es muy duro estar aquí encerrado, pero los proyectos culturales me han ayudado a sentirme mejor conmigo mismo", dice Carlos Fierro, un interno del Cereso de Obregón que en exclusiva con TRIBUNA contó su historia y como descubrió su talento por el arte.
¿Cómo terminaste recluido en el Cereso?
Yo era una persona normal, no me metía con nadie, iba del trabajo a mi casa solamente, pero bastó un pequeño momento para que cometiera el error más grande de mi vida, cometí un homicidio.
¿Cuánto tiempo pasarás en este lugar?
Pues bastante tiempo, me dictaron una sentencia de 36 años y cuatro meses, al principio fue algo muy fuerte y triste para mí.
¿Cómo te sentiste cuando te informaron sobre tu sentencia?
Perdí las ganas de vivir, solo pensaba en mis dos hijos y en mi esposa, los había dejado solos, la tristeza se apoderó de mi e incluso caí en depresión, todavía me atienden en el Área de Psiquiatría en el centro, pero ya me siento mejor.
¿Tu familia viene a visitarte?
Claro, mi madre y mis dos hijos vienen seguido a verme, son los que nunca me fallan y me siento muy contento de que convivan conmigo, sobre todo mis hijos, tengo un niño y una niña a los que amo con todo mi corazón, solo pensar en ellos me pone la piel de gallina.
¿Cómo ha sido tu estadía en el Cereso?
No te voy a mentir, es feo estar tras las rejas, alejado de tus seres queridos, además, a veces el ambiente no es muy bueno aquí.
¿Has tenido conflictos con otros internos?
Siempre he evitado tener problemas, prefiero arreglar las cosas de la mejor manera, sin embargo, si me han provocado algunos compañeros, pero no he caído en su juego. Recuerdo que hace unos meses, otro interno llegó a enseñarme un collar, y cuando lo agarré se hizo pedazos, obviamente yo sabía que todo estaba planeado, y este hombre comenzó a gritarme y a buscarme pleito, pero no le hice caso, lo tranquilicé con palabras y por fortuna se solucionó todo.
Me cuentan que participas en varias actividades culturales, ¿Cuáles son?
Así es, me gusta mucho escribir y dibujar, se podría decir que estas dos actividades son mis fuertes, pero más que nada la pintura, además, también participo en teatro, he escrito letras de canciones y hasta entreno lucha libre, me gusta hacer de todo.
¿Desde cuándo empezaste a involucrarte en estas actividades?
Pues tenía dos años aquí cuando empezó el proyecto de La Letra Escarlata, ya tengo cerca de 7 años participando.
¿Me puedes contar sobre La Letra Escarlata?
Claro que sí, es un proyecto que se compone de talleres de creación literaria, música, teatro, danza, rap, cine club y diversas actividades y eventos que se comparten con las familias de las personas privadas de su libertad; desde hace 10 años, la Lic. Mara Romero ha coordinado este proyecto en todo el sur de Sonora.
¿Cuándo descubriste que tenías habilidad para la pintura y la escritura?
Realmente fue al estar aquí encerrado, como te digo, es muy feo estar en este lugar, y cuando supe sobre esto de La Letra Escarlata me uní, fue ahí cuando supe que tenía habilidad para el dibujo y la pintura, igual con la escritura, en los talleres que se nos impartieron me dí cuenta que es muy bonito escribir y te ayuda a sentirte más tranquilo al plasmar tus vivencias o lo que sientes en un papel.
¿Cómo te sientes ahora que participas en este proyecto?
Completamente distinto, soy una persona nueva, antes de unirme creía que no había futuro para mí, solo miraba los días pasar, y no hacía nada. Hoy todo es diferente, se que estoy pagando por un error que cometí.
¿Qué te dicen tus hijos sobre lo que haces en La Letra Escarlata?
Se sienten orgullosos de lo que hago, incluso, mi hijo de 14 años me ayudó con la ilustración de un cómic que elaboramos aquí, es la primer historieta elaborada por internos de un centro penitenciario, y entre nosotros dos creamos una pequeña historia que viene incluida, fue un momento muy bonito cuando le mostré a mis dos niños el cómic ya materializado, a ellos les gusta lo que hago aquí, y les llena de orgullo.
¿Cómo es la relación entre tú y tus niños?
Es una relación muy bonita, los quiero muchísimo, y se que ellos a mí, yo suelo aconsejarlos mucho, más al mayor, pues ya tiene 14 años y está en plena adolescencia, se que necesita mucho amor y comprensión, yo quiero que sean personas de bien, yo estoy pagando por un error que cometí, pero eso no quiere decir que seré un mal padre.
¿Crees que el participar en estos proyectos influya en tu vida?
Por supuesto, como te comenté, conocí facetas de mí que no sabía que existían, ahora se que soy capaz de crear muchas cosas buenas y aportar algo bueno a la sociedad.
¿Hay buena aceptación de los programas culturales por parte de los internos?
Sí, no todos participan, ya que nadie está obligado a hacerlo, pero nos motivamos unos a otros, sirve mucho hacer todas estas cosas, aprendes de ti y de los demás, además te mantienes ocupado y los días transcurren más rápido.
Me contaste que también practicas deporte ¿Me puedes contar un poco?
Sí, el deporte también me ha servido mucho para sentirme mejor en este sitio, estoy entrenando lucha libre, y me ejercito todos los días también, entre más ocupado me mantenga es mejor, por que así no me pongo a ‘quemar cinta’.
¿Qué piensas hacer al salir del Cereso?
Pues se que me faltan bastantes años para que eso suceda, quisiera recuperar el tiempo que he perdido al lado de mi familia, estar junto a ellos y compartir todos los conocimientos que he adquirido.
¿Crees que volverías a cometer un delito?
Por supuesto que no, he reflexionado muchísimo sobre lo que me pasó y sé que me equivoqué, todos cometemos errores, estuve muy mal y estoy pagando por ello, pero de ninguna manera volvería a cometer un delito, mucho menos un homicidio, me siento muy arrepentido.
¿Quisieras enviarle un mensaje a la sociedad?
Claro, quisiera decirle a toda la gente que en el Cereso no solo hay gente mala, y que muchos de nosotros aprendemos de nuestros errores, e incluso nos redescubrimos al estar en este sitio, como yo, antes de estar en este lugar ni por la mente me pasaba que podía lograr lo que hasta ahora he hecho, hoy se que puedo hacer muchas cosas más y que puedo llegar muy lejos, de alguna manera el estar encerrado en este lugar me ha servido para saber de qué soy capaz.
También quisiera agradecer a toda la gente que participa en este proyecto, en especial al coordinador del Sistema Estatal Penitenciario, el Dr. Ramón Tadeo Gradias Enríquez, pues gracias a él se le ha dado más importancia a todas las actividades culturales, también al director de este Cereso, el Lic. Julio Maytorena, por permitir que todo esto se lleve a cabo en este lugar.