De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), la fragilidad del estado de derecho se mantiene como uno de los temas más preocupantes para la recuperación económica. Junto con los efectos perjudiciales sobre el bienestar de las familias y negocios mexicanos, esta fragilidad obstaculiza incentivos de inversión. "Más allá de la narrativa gubernamental, la ausencia de estado de derecho se agudizó severamente en los últimos años", agregó en un boletín consultado por NotiPress.
Una de las consecuencias del manejo económico en México es la negativa percepción del estado de derecho, corrupción y legalidad frente a los participantes internacionales, indicó el CEESP. Según el análisis del sector privado, durante octubre el país calificó en el lugar 113 de 139 en el indicador Estado de Derecho 2021, realizado por el organismo World Justice Project (WJP). Bajo esta línea mostró un retroceso de 9 lugares con respecto al año pasado, y reportó un incremento importante en materia de corrupción, donde cerró en la posición 135.
WJP define el estado de derecho como una forma de gobernanza con cuatro principios: leyes justas, rendición de cuentas, gobierno abierto, y mecanismos para solucionar disyuntivas. Asimismo, una percepción negativa internacional ahuyenta la inversión en tanto se trata de un "entorno sin reglas claras del juego, con elevados niveles de inseguridad y corrupción", indicó el comunicado.
Por su parte, las presiones inflacionarias presentan un panorama de mayores dificultades para la recuperación económica en medio de la percepción sobre el estado de derecho. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicaron, la inflación anual cerró en 6.12%, y la inflación subyacente anual 5.12%. No obstante, la inflación quincenal subyacente registró 0.33%, la más alta desde 1999 según el sector privado.
Entre los antecedentes directos de este incidente se encuentra el repunte quincenal de 18.8% en el costo de la energía eléctrica, lo que aumentó 0.54% los precios al consumidor. Si las presiones sobre los precios permanecen más tiempo, estas podrían afectar las expectativas de inflación. El riesgo se extendería durante los próximos años, lo que afectará la reactivación económica y el desempeño de los indicadores al buscar recuperar las cifras anteriores a la pandemia, comentó el CEESP.
Ante la crisis sanitaria y los esfuerzos globales por reactivar la economía, el sector privado resaltó la importancia de captar inversión. Por ello debe modificarse la percepción del país en materia de estado de derecho frente a los participantes económicos con la capacidad de invertir y generar un crecimiento económico.