Bárbara Guerrero, mejor conocida como Pachita, considerada la chamana más poderosa de México, creadora de impactantes métodos de sanación que hasta nuestros días siguen ocasionando asombro a quien sea que los conoce.
Bárbara Guerrero nació en 1900 en el municipio de Parral, Chihuahua; desde que tenía pocos años de edad fue abandonada por sus padres y criada por un hombre afrodescendiente llamado Charles, quien le enseñó a observar las estrellas, la naturaleza y a sanar.
Una chamana que trabajó con Pancho VillaPara ganarse la vida, Pachita llegó a trabajar en diversos oficios, fue cantante de transporte público, vendedora de boletos de lotería e incluso se desempeñó como cabaretera, sin embargo, tiempo después estalló la revolución mexicana y fue así que decidió enlistarse en las tropas del general Francisco Villa.
Los testigos dicen que, por increíble que parezca, posteriormente Pachita cerraba la herida utilizando únicamente el poder de sus manos y tras la cirugía era casi invisible cualquier cicatriz.
Jacobo Grinberg, el científico que documentó el trabajo de Pachita
A pesar de su misteriosa desaparición debido a la cual no pudo comprobar sus teorías respecto al poder de Pachita, lo cierto es que el trabajo del científico no quedó en saco roto, pues a la fecha existen diversos artículos y libros que revelan parte de la cultura y creencia de las y los mexicanos entorno al poder de los chamanes como Bárbara.
Bárbara Guerrero falleció poco antes de la desaparición de Jacobo Grinberg el 29 de abril de 1979 en la Ciudad de México y cuando le preguntaban cómo es que sabía realizar todos estos procesos médicos alternativos, la mujer respondía que a la hora de curar a la gente el espíritu de Tlatoani Cuauhtémoc la poseía para ayudarla en los procesos curativos y que no tenía ninguna otra explicación a la hora de hablar de su poder de sanación.