Equipos del 911 recibiría una llamada, donde eran alertados de que un hombre había asesinado a una mujer dentro de su casa, en su apartamento ubicado en la calle de Nogal en la colonia Santa María La Ribera, pero que tras el homicidio, el llanto de un niño pondría en alerta a los policías.
Sus gritos apresuraron las acciones de los cuerpos de rescate, quienes lo ubicaron dentro del apartamento donde se había perpetrado la matanza, y donde el asesino aún permanecía al acecho.
El bebé que estaba llorando se trataba de uno de dos años, quien fue rescatado exitosamente y después canalizado a la Agencia 59, adscrita a la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes donde se le brindan atenciones y cuidados.
La versión expuesta por la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina dicta que los policías estuvieron tras la puerta del apartamento tras el asesinato de la mujer, y forzaron su entrada al mismo después de insistir en llamados procurando la respuesta de alguien.