Es más grave el aborto que el abuso sexual: arzobispo de Morelia

Carlos Garfias opinó que el aborto implica matar a un inocente

El arzobispo de la ciudad de Morelia, Carlos Garfias Merlos, afirmó que un aborto es algo más grave que un caso de abuso sexual, una declaración que ha causado una gran polémica entre la sociedad michoacana.

En una reunión con medios de comunicación, el líder católico apuntó este domingo que, moralmente hablando, “es más grave el aborto” que el abuso, una declaración que pronto se ganó una oleada de críticas.

 “(Abortar) es matar a un inocente y el abuso finalmente puede tener muchas formas de realizarse y ahí es donde estaría la diferencia de la gravedad moral”. CARLOS GARFIAS MERLOS

Además, recordó que la Iglesia Católica “tiene la pena de que aborto no lo puede absolver cualquiera” debido a su gravedad, y corresponde a “una delegación especial” atender y analizar estos casos. “Por la gravedad del delito no lo puede absolver cualquier sacerdote”.


Arquidiócesis se apegará a protocolo para evitar abuso sexual 

En todo caso, el arzobispo señaló que la arquidiócesis a su cargo comenzará a aplicar desde el mes de junio medidas especiales para evitar que sacerdotes cometan abusos sexuales, especialmente entre menores de edad, apegándose a la carta apostólica Vis etis lux mundi  (Ustedes son la luz del mundo) emitida hace unas semanas por el papa Francisco.

Este documento, indicó, es el resultado “de la reflexión y colaboración” entre varias instancias eclesiásticas, y “después de la reunión del papa con los presidentes de las Conferencias Episcopales y los superiores de los principales institutos religiosos” que se llevó a cabo en febrero pasado en el Estado Vaticano.

Esta carta obliga a todos los religiosos a informar casos de abuso sexual y de encubrimiento, pero sólo a sus autoridades eclesiásticas y no a alguna instancia de impartición de justicia del Estado mexicano.

Además, el documento establece plazos para llevar a cabo la investigación contra presuntos abusadores sexuales, toda vez que estos actos “ofenden a nuestro señor y causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas”.