Vallas metálicas fueron colocadas en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pero por ahí no llegó. Andrés Manuel López Obrador esquivó los filtros sanitarios, la seguridad y evitó ser visto antes de partir a Washington para su primer viaje fuera del país como Jefe de Estado.
De manera oficial, el viaje del mandatario tiene como objetivo celebrar la entrada en vigor del Acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la candidatura de Jesús Seade a la Organización Mundial del Comercio (OMC), la cooperación para atender la pandemia del COVID-19, “entre otros asuntos”, según refiere la solicitud entregada al Senado de la República.
La embajada estadounidense en México confirmó que la reunión de las 14:00 entre ambos mandatarios se centrará en “comercio, salud y otros temas centrales de la prosperidad y seguridad de la región”.
Tras el encuentro habrá una conferencia con ambos mandatarios, en la que la prensa no podrá hacer preguntas.
La gira se convirtió en tendencia en ambos lados de la frontera, no sólo por ser el primer encuentro entre los mandatarios, sino también por la cena programada a las 18:30, a la que además de los principales dueños de las televisoras mexicanas, se le sumaron empresarios como: Patricia Armendáriz, Carlos Bremer, Miguel Rincón Arredondo, Marcos Shabot y Carlos Slim Helú.
Según versiones periodísticas, del lado de Trump, habrían sido invitados los empresarios Jim Hacket (Ford), Mary Barra (General Motors), Tim Cook (Apple), Brad Smith (Microsoft), Bob Swan (Intel), Larry Fink (de BlackRock), entre otros.
Las peticiones también aparecieron. El senador estadounidense Bob Menendez le pidió a Donald Trump utilizar la reunión para abordar “los desafíos de seguridad interconectados”, pues “durante los últimos 19 meses, las tasas de violencia y asesinatos en México se han disparado a niveles sin precedentes”.
Por la mañana, en Palacio Nacional, se le preguntó al jefe del Ejecutivo: “¿Cuál va a ser su postura si su contraparte toca el tema del muro?”.
“No nos adelantemos… Soy dueño de mi silencio”, contestó.
Minutos antes del despegue del vuelo DAL366 de Delta Airlines, no había rastro del Presidente. Después de mediodía, el Jetta Blanco en el que se desplaza se perdió en las inmediaciones de la terminal.
En el filtro de seguridad, sí se les vio al canciller Marcelo Ebrard y a la secretaría de Economía, Graciela Márquez, quienes formaron parte de la comitiva presidencial.
Los periodistas abordaron la misma aeronave y fue hasta ese momento que el mandatario se dejó ver, ya sentado del lado de la ventanilla y siguiendo los protocolos de la aerolínea: López Obrador portó un cubrebocas por primera vez.
Horas antes, el mandatario habló sobre la aplicación de la prueba para la detección del virus SARS-CoV-2. Confirmó que resultó negativo de COVID-19 y dijo que aceptó realizarse el test, pues se trata de un requisito indispensable en la Casa Blanca.
El Presidente hizo una escala en Atlanta, donde fue recibido por miembros del Servicio Secreto. Ya en Washington , D.C. lo recibieron la Jefa de Protocolo, miembros del Departamento de Estado, así como los dos embajadores, Christopher Landau y Martha Bárcena.
López Obrador fue trasladado a la residencia mexicana en Washington donde pasó la noche, para iniciar hoy con sus actividades.
Por la mañana tendrá cuatro horas libres, previo a la reunión en la Casa Blanca.