Existía el rumor entre la población de que la vacuna contra el COVID-19 debía ser aplicada en el brazo izquierdo siempre, pero el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell desmintió este mito.
Lo que ocurre es que tras la aplicación de una vacuna es posible que permanezca una sensación de incomodidad en el brazo. López-Gatell, refiriéndose concretamente a la vacuna anticovid, dijo que la incomodidad podría durar hasta dos días.
No se trata de algo grave, pero ya que el brazo dominante de una persona realiza más esfuerzos, poner la vacuna en el brazo no dominante permite que cualquier sentimiento de incomodidad que la persona pudiera padecer interfiera menos en las actividades que realice. Es simplemente una medida de "cuidado adicional", en palabras del subsecretario.
El rumor de que las vacunas se aplican en el brazo izquierdo había alcanzado su auge cuando se vacunó a la primera persona contra el COVID-19 en México, puesto que a ella le pusieron la vacuna en el brazo derecho. Sin embargo, la señora María Irene (la primera en recibir la vacuna) es zurda, así que le pusieron la vacuna en el brazo adecuado.
La mayoría de las personas en el mundo son diestras y quizá fue por eso que inició el rumor. Entonces, estadísticamente, un mayor número de personas serán vacunadas en el brazo izquierdo, por ser su brazo no dominante, pero también será mejor que muchas personas reciban la vacuna en su brazo derecho si esto es lo más conveniente.
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