La mujer que sufrió el percance señaló que su teléfono celular le salvó la vida, luego de que un balazo que iba dirigido a su pecho quedó incrustado en el aparato de telefonía móvil.
Me agaché y me cubrí con la puerta; el primer balazo lo recibió mi bolsa, pero como la traía cruzada en el pecho, la bala dio en el teléfono y eso me salvó”, relató.
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En la cadera le quedó una bala que los médicos le dijeron que no podían extraer. “En lo que cabe estoy bien, podría estar muerta”.
Rosaura sospecha que su exesposo, Jesús Gabriel ‘N’ podría ser la persona detrás de su ataque. Con él mantiene un juicio por la custodia y manutención de su hija de tres años de edad.
En el mismo sitio dónde el pasado miércoles fue baleada, dos meses atrás fue golpeada. En aquel momento acudió a denunciar la agresión, pero debido a que sus heridas tardaban en sanar menos de 15 días, en la PGJ le indicaron que debía ir ante un juez cívico a denunciar.