Entre mayo y junio, antes de la temporada de lluvias de la Ciudad de México, suelen reaparecer los cacomixtles en los alrededores de la metrópoli para sorprender a muchos ciudadanos que no logran identificar a esta curiosa especie que generalmente confunden con mapaches, gatos u otros roedores. La mayoría de estos ciudadanos no saben el maravilloso espectáculo que están presenciando, desconocen su privilegio al estar ante una especie en peligro de extinción.
El cacomixtle o gato minero es un simpático mamífero pequeño con un cuerpo y pelaje similar al del mapache pero con la cara parecida a un gato o un lemur, su nombre náhuatl significa “mitad gato”. Llega a medir 42 centímetros más la longitud de su peluda y larga cola del mismo tamaño de su cuerpo y pesa entre 1 o 1.5 kilos, puede vivir hasta 7 años y es un animal fácil de domesticar.
Su dieta se compone de vegetales, frutas, insectos, lagartijas, roedores y pájaros pequeños. Su pelaje suele ser de tonalidades que van del amarillo al marrón oscuro con partes blancas en el vientre y pecho, remata con una cola anillada en blanco y negro. Tiene un par de púrpuras y grandes ojos expresivos rodeados de pelo blanco. Casi siempre se le ve solo y busca compañía solamente en los periodos de apareamiento.
Sus tobillos pueden llegar a girar más de 180 grados y su larga cola le proporciona un equilibrio extraordinario, estas cualidades le permiten ser un destacado y ágil trepador. Lamentablemente, el cacomixtle es una de las especies en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat natural. En la Reserva Ecológica El Pedregal de San Ángel, en el Bosque de Chapultepec y otras áreas del poniente de la Ciudad de México se encuentran algunos ejemplares de esta especie.
El tema fue tratado por los diputados Ernesto Sánchez Rodríguez y Gonzalo Espina Miranda en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México: «La tala de árboles y la re configuración de laderas en la zona por obras como la del tren Interurbano México-Toluca, han provocado la migración de animales silvestres de la zona, destacando aves, roedores y marsupiales que tenían como hábitat el lugar», comentaron los legisladores.
Es necesario que las autoridades ambientales capitalinas generen y supervisen jornadas de protección y preservación de tipo de mamíferos, además de una serie de campañas de información y concientización a los habitantes de la zona para mantener viva a la especie. También se necesita de un programa de reforestación y recuperación de áreas verdes en la zona para garantizar la preservación de los cacomixtles.