Los cuerpos de dos niños, uno de 11 y otro de 13 años de edad, fueron encontrados en un coche abandonado en Guerrero, una semana después de que cuatro menores fueran asesinados en un local de videojuegos en Michoacán.
Ambos niños estaban al interior de un sedán blanco, con impactos por arma de fuego, detalló en un comunicado la fiscalía de Guerrero.
El hecho ocurrió en el municipio de Cocula, la misma jurisdicción donde 43 estudiantes de magisterio del pueblo de Ayotzinapa fueron asesinados y luego incinerados en septiembre de 2014, según la versión oficial del crimen que es cuestionada por los deudos.
Este crimen se registra una semana después de que cuatro menores, junto con cinco adultos, fueran ejecutados mientras jugaban videojuegos en un comercio del municipio de Uruapan, estado de Michoacán, vecino de Guerrero.
Guerrero y Michoacán, ambos con costas en el Pacífico, conforman una de las regiones con mayor convulsión por las actividades de narcotraficantes coludidos, en algunos casos, con las fuerzas de seguridad.
Autoridades han reconocido que los cárteles de drogas reclutan a niños para convertirlos en “halcones” (vigías) y sicarios.
La reciente noticia de que un grupo de policía comunitaria del municipio de Chilapa, Guerrero, entrena niños en el uso de armas largas para que puedan combatir al crimen organizado fue duramente criticada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.