Sinaloa.- Diana Giselle tenía 4 meses de embarazo cuando murió a manos de su exnovio; su padre alcanzó a encontrarla aún con vida afuera de su casa y poco a poco vio cómo la vida se apagaba en sus ojos.
Así lo contó José Alberto Piña a El Debate, a la vez que hizo un llamado a las autoridades a endurecer las condenas a los hombres violentos contra sus parejas.
"Mucho cuidado, hija", le dijo Alberto a Diana cuando ella salió de su casa la madrugada del domingo 22 de septiembre para platicar con su exnovio, el padre de su hija.
De pronto, Alberto escuchó disparos, por lo que salió a ver qué había ocurrido. La expareja de su hija escapó en una motocicleta, mientras ella moría en brazos de sus padre, en Bacurimí, Sinaloa.
Leyes actuales no son suficientes
Alberto contó que la expareja de su hija la había golpeado en varias ocasiones, incluso ya estando embarazada, por lo que ella lo había denunciado y le habían entregado una orden de restricción y una de protección.
Pese a tener protección legal, contó, el exnovio de Diana Giselle fue a buscarla dos veces. Las dos veces llamaron al 911, pero nunca llegaron las patrullas.
Es por ello que José Alberto llama a los diputados locales y federales, así como a las autoridades, a crear una ley en la que quienes golpeen a sus parejas no sólo reciban una orden de restricción, sino que sean detenidos y encarcelados.
Por su parte, el diputado Mario Rafael González exigió la renuncia del secretario de Seguridad Pública de Sinaloa y acusó a las autoridades de ser cómplices en el asesinato de la joven al no haberle brindado la protección necesaria.