La Profeco dio a conocer un estudio que evalúa los contenidos y etiquetados de las salchichas que se venden en México, y resultó que muchos productos se alejan de lo que dicen ser.
Las salchichas son un alimento básico en la comida de los mexicanos. Existen múltiples marcas en el mercado, las cuales fueron sometidas a una inspección profunda para conocer realmente qué es lo que contienen estos embutidos. Si bien muchas señalan en su empaquetado que corresponden a carne de cerdo, res, pollo o de pavo, la Profeco hizo público el resultado de su investigación, la cual arrojó que no todos realmente son lo que indican.
Si bien los embutidos están compuestos de restos de animales como cartílagos, huesos, pellejos, uñas entre otros, que al ingresar a una máquina son molidos para obtener su característica textura, existen otros que se alejan de lo que pretenden ser.
Algunas empresas adicionan a sus productos, además de la proteína animal, elementos como cereales, semillas, harinas y conservadores. Los cuales les permiten obtener la textura carnosa y dura de la salchicha. También son los encargados de darle su sabor y color tan especial. Pero, lo que reveló la Profeco, es que muchas de estas marcas omiten la integración de carne animal, y la sustituyen por harinas y químicos que permiten abaratar los costos de producción.
La Profeco publicó en la Revista del Consumidor que el 97% de las marcas de salchicha que se venden en México contienen cantidades muy elevadas de almidón, el cual no tiene ningún beneficio para la salud, y que favorece el aumento de grasa corporal. También la mayoría de ellas fueron señaladas por su alto contenido de sodio, el cual sobrepasa las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud.
En el estudio se analizaron 57 marcas de salchicha. En las que se evaluó la calidad sanitaria, los niveles de grasa, la información del etiquetado, la cantidad de sodio y proteína, así como el tipo de carne que se usa para su elaboración.
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Estas son las marcas que no cumplen con lo señalado