México es el país con mayor número de insectos comestibles con más de 500 especies, que podrían estar en riesgo sin un consumo responsable, dijo este jueves Carlos Enrique Galindo Leal, director de Comunicación Científica de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Galindo participó en una conferencia de prensa sobre la exposición "El arte de comer insectos", que se presentará en el museo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en Ciudad de México, del 9 de octubre hasta febrero de 2020.
La exhibición pretende ser una aproximación al universo gastronómico mexicano entrelazando el arte, la biología y la historia a través de 180 piezas que buscan motivar una reflexión sobre lo que se come así como las implicaciones sociales y ambientales.
"El 75 % del país tiene deterioro ambiental y esta actividad si nosotros la hacemos con una demanda inconsciente de insectos (...), ¿cuál es la sustentabilidad, realmente cuál es nuestro impacto sobre estos organismos que están en la moda de la gastronomía mexicana", cuestionó el biólogo.
Por su parte, el coordinador ejecutivo del museo, Eduardo Vázquez Martín, señaló que la exposición aborda "la enorme expectativa de futuro que los insectos nos abren como una fuente extraordinaria de proteína y alimentación, frente a la cultura de alimentarnos de carne animal que implica pérdida de territorio, el agua".
"Somos el país que más insectos come en el mundo; es parte de nuestra cultura", dijo.
Una de las razones por las que los insectos se han hecho tan populares a nivel mundial es que la cría de ganado vacuno para la obtención de carne provoca la emisión de grandes cantidades del gas metano a través del sistema digestivo de los animales, por lo que el insecto se vio como una posible solución al problema del efecto invernadero.
"México hoy vive una paradoja. Es el país con mayor número de insectos comestibles en el planeta: se calcula que hay 1.900 especies de insectos comestibles a niveles mundial, de las cuales 545 se encuentran el México, y sin embargo hoy estamos a la retaguardia", dijo Deborah Holtz, directora de la Editorial Trilce.
"(Debemos) ver al insecto como posibilidad de alimentación pero desde perspectiva sustentable", añadió.
El recorrido histórico de la muestra parte de una introducción que contempla el consumo de insectos y luego aborda la coevolución biológica y la polinización de plantas por parte de los insectos, su mundo y su importancia en las épocas prehispánica y virreinal hasta llegar a los siglos XIX, XX y XXI.