José Gabriel ya había trabajado antes como conductor de Uber, pero abandonó de realizarlo para dedicarse a cantar en eventos, no obstante, ya que éstos no tienen la posibilidad de llevarse a cabo, por las limitaciones sanitarias por la enfermedad pandémica, regresó a laborar tras el volante.
No obstante, esto no le impidió hacer lo cual más le encanta: cantar. Con una prodigiosa voz, el ser humano aspira amenizar el viaje de sus pasajeros y brindarles un servicio cordial para que dejen de lado sus preocupaciones, aun cuando sea por un rato.
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