Exhorta Conapred a dejar atrás barreras sociales y económicas que enfrentan quienes se dedican a tareas de cuidados en el hogar

En México 16 millones 262 mil 541 personas se dedican exclusivamente al trabajo del hogar no remunerado

    De esa población, 97 por ciento son mujeres y el resto son hombres, de acuerdo con la Enadis 2022

Con motivo del Día Internacional del Trabajo Doméstico, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) destaca la importancia de la distribución del trabajo en casa y las actividades de cuidados entre quienes integran las diversas familias.

En México 16 millones 262 mil 541 personas se dedican exclusivamente al trabajo del hogar no remunerado. De esa población, 97 por ciento son mujeres y 3 por ciento son hombres, según la Encuesta Nacional para Prevenir la Discriminación (Enadis) 2022.

Ante ese panorama, el Conapred exhorta a dejar atrás barreras sociales y económicas debido a que dichas tareas generalmente se realizan sin que las personas, en su mayoría mujeres como revela la encuesta, reciban remuneración económica.

La Enadis 2022 registra que siete de cada 10 mujeres jóvenes que no trabajan declaró que era por dedicarse a los quehaceres del hogar o los cuidados. Esta cifra se eleva a ocho de cada 10 entre las mujeres adultas.


Encuesta

También, la encuesta reporta que una de cada seis personas, de 18 años o más, considera que las mujeres deben ayudar en los quehaceres del hogar.

Además, tres de cada 10 personas mayores de 60 años de edad y dos de cada 10 de 30 a 59 años declararon estar de acuerdo en que las mujeres deben realizar el trabajo doméstico.

En este contexto, es necesario visibilizar el trabajo doméstico como una actividad valiosa que se puede realizar en igualdad de condiciones.

    Al desagregar a la población de mujeres entre 15 y 59 años que se dedica exclusivamente al trabajo del hogar no remunerado, la Enadis mostró que son las mujeres indígenas quienes trabajan de manera no remunerada desde su hogar (18.6 por ciento), seguido de las personas con discapacidad (14.1 por ciento) y las personas de la diversidad religiosa (13.1 por ciento).

En este sentido, es primordial avanzar en el cambio de enfoque para dejar atrás roles de género y la percepción de que solo una parte de la población tiene la obligación de hacer el trabajo del hogar y que por naturaleza las mujeres son las indicadas para llevarlo a cabo.

Del mismo modo, reconocer a las personas que realizan las tareas en las viviendas como sujetas de derechos y enfatizar que con esta actividad contribuyen al bienestar social de todo el núcleo familiar.

    Las tareas y las actividades de cuidado en casa suelen ser jornadas largas, desvaloradas y ocultas, por ello es indispensable continuar con la promoción y difusión de las aportaciones que realizan las personas dedicadas a estas labores, con especial énfasis en las mujeres en los diversos ámbitos públicos y privados para que nadie se quede atrás y nadie quede afuera.