El hospital privado Las Américas de Ciudad Altamirano, Guerrero, decidió cerrar sus puertas para evitar agresiones a su personal, pues se han reportado casos donde los familiares aseguran que sus enfermos no estaban contagiados de COVID-19 y les inyectaron “algo” para que murieran.
En una carta que subió a redes sociales el hospital, se informó a la gente de los municipios del estado de Guerrero, Michoacán, Estado de México y pueblos circunvecinos, que después de analizar la situación que se está viviendo y ver que muchas personas toman la pandemia como un circo, decidieron cerrar el nosocomio.
“Llevan a su paciente al hospital con dificultad respiratoria y se corre el riesgo de que puede morir en horas por un paro respiratorio y después los familiares dicen que el médico le inyectó algo”.
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