En nueve de los 11 estados donde los gobernadores morenistas tomaron posesión este año, los homicidios dolosos han registrado un incremento en lo que llevan de su mandato. Entre los casos más destacados se encuentran Michoacán, Zacatecas y Baja California con subidas por arriba de los diez puntos porcentuales.
En Baja California, los niveles de violencia no se redujeron con la llegada de la morenista Marina del Pilar Ávila a la gubernatura. Los reportes del gobierno federal señalan que los asesinatos se incrementaron 21.4 por ciento en los primeros 34 días de la presente administración en comparación con el mismo número de días previos.
Cifras del Consejo Nacional de Seguridad (CNS) señalan que durante los 62 primeros días del gobierno de Ramírez Bedolla se cometieron 508 asesinatos en la entidad, mientras que en los últimos 62 días del gobierno del perredista Silvano Aureoles se registraron 453 muertes violentas, lo que representa un incremento de 12.1 por ciento.
Actualmente se cuenta con un promedio de ocho asesinatos diarios en la demarcación, pero en los últimos días se ha presentado una racha de agresiones que han superado esa media: el 30 de noviembre se reportaron 15 homicidios; el 1 de diciembre, 13 y el día 2 se sumaron otros 11 casos.
En Zacatecas se experimenta la misma suerte que en Michoacán con la violencia entre grupos delincuenciales, pues los homicidios dolosos crecieron 12.2 por ciento en los primeros 82 días del gobierno de David Monreal, respecto a los últimos 82 días de la administración anterior.
Al norte del país, en Sonora, los homicidios dolosos también han visto un incremento de 10 por ciento en lo que va del gobierno del ex secretario de Seguridad Pública Ciudadana, Alfonso Durazo. Desde el 13 de septiembre que tomó posesión, las bandas delincuenciales han cobrado la vida de 225 personas en la entidad.
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