A pesar de las restricciones a las actividades no esenciales, recreativas y de turismo en la frontera sur de México, en Tapachula, Chiapas, miles de migrantes deambulan por las calles de esta ciudad fronteriza con la esperanza de buscar refugio o regularizar su estancia para seguir su camino a la frontera norte.
El 60 por ciento de los casi 12 mil migrantes de 15 nacionalidades, que se encuentran en Tapachula, viajan con menores de edad; algunos de ellos en brazos.
“Vengo con toda mi familia, mis niñas, una nenita de seis meses. A la frontera llegue el siete, vale la pena todo compa yo no puedo estar en mi país”, dijo Freddy Herrera, migrante de Nicaragua.
Esmeralda es una migrante hondureña que viaja con sus cuatro hijos, dos primas y tres sobrinos, a pesar de los operativos en Guatemala y México decidieron arriesgarse y buscar una alternativa de vida diferente.
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“Viajamos con toda la familia porque allá en Honduras está muy dura la delincuencia, Nos dijeron que en familia es más fácil, así uno pregunta y allá no nos han dicho nada”, comentó Esmeralda Santos Chirino, migrante de Honduras.