El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, admitió este martes que se desató la violencia en distintos puntos del país.
Por ese motivo, fue que durante la reunión de gabinete de este martes se tomó la decisión de ejecutar un plan anticrimen a lo largo de diecisiete regiones del país donde la delincuencia ha concentrado su actuar, principalmente en la comisión de homicidios.
“Ante la persistencia de homicidios, de violencia, estamos aplicándolos a fondo".
Hoy mismo decidimos llevar a cabo una acción en 17 regiones en donde se están cometiendo muchos delitos, el 35 por ciento de los homicidios en 17 regiones.
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Vamos a informales mañana, pasado mañana. empezamos ya ayer en Tijuana, porque se desató la violencia en Tijuana, pero también así en otros estados”, comentó el mandatario.
En el caso del robo de combustibles, el presidente consideró que se tiene prácticamente controlado porque ha bajado considerablemente la práctica del huachicol y el abasto también se está normalizando en todo el país.
Sin embargo, sostuvo que la vigilancia a lo largo de los ductos de Pemex se mantendrá, así como el permanente monitoreo para evitar que alguna dependencia del gobierno o funcionario público entre en contubernio con el crimen.