A pesar de que México es un importante fabricante y mercado de compra de vehículos pesados de pasajero y comerciales, la posibilidad de un fuerte desarrollo para los vehículos eléctricos pesados en el país no será en el corto plazo.
Por lo que el país seguirá siendo de momento un mercado de diesel para pasar a ser gradualmente uno hibrido y dar paso a tecnologías eléctricas con los años.
Contrariamente a lo que sucede en los vehículos ligeros, las unidades pesadas eléctricas requieren de grandes inversiones para un desarrollo que le permita buenos rendimientos de uso.
Adecuadas condiciones de recarga y de servicio para que pueda competir eficientemente en un intenso mercado como el mexicano, afirmó Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).
En el marco del séptimo Ciclo de Conferencia de Seguridad Vial de Expo CESVIDijo que el reto de la renovación del parque vehicular pesado en México está dirigido fundamentalmente a las unidades de más años y a las pequeñas empresas del sector, es decir aquellas que tienen entre una y cinco unidades.
Debido a lo anterior, y a que la tecnología eléctrica requiere de inversiones no sólo en unidades sino en centros de recarga y en modelos de pilas altamente eficiente, no serán este tipo de empresas las que inicien por el momento este proceso de reconversión.
Explicó que la electromovilidad enfrenta en México el reto de encontrar tecnología dirigida a baterías que permitan un mayor rendimiento.